lunes, 23 de noviembre de 2009

Me traslado

Bueno chicos, acabo de trasladar el blog de sitio, esta es la nueva dirección: http://bitacora.rubiales.eu/

martes, 17 de noviembre de 2009

Sobre las Emociones


Sobre las Emociones




Como mago que ha crecido bajo la influencia de la EMM (Escuela Magica de Madrid), debido a las largas temporadas de Juan Tamariz en la provincia de Cádiz, dónde vivo, el tema de las Emociones es algo que me tome muy en serio desde hace ya unos años.

Creo firmemente, que la teoría de las emociones de Tamariz, ha sido su mayor aporte al mundo de la teoría mágica. Muy brevemente podríamos decir que: "La variedad en la magia, no ha de estar, ni en los efectos, ni en los objetos, si no en las emociones que se transmiten"

He de decir, que yo no construyo mis juegos en base a las emociones, los construyo de forma más intuitiva y luego, eso si,  los estructuro según las emociones que transmite. Os comentaré algunas de las emociones que suelo introducir en mis sesiones de magia y alguna que he visto transmitir a compañeros.


El Misterio; esta emoción está suscrita a nuestros espectáculos, es una emoción que siempre esta presente en todos y cada uno de nuestros juegos. Recordemos que nosotros hacemos cosas sin explicación aparente.

La Sorpresa; me encanta esta emoción, es más. He de tener cuidado con ella, pues es tanto lo que me gusta,que suelo abusar a menudo de este tipo de efectos. Lo cual no es bueno en sesiones de larga duración. Por ello procuro que no haya mas de uno o dos juegos de este tipo en mi sesión de 90 minutos..., eso si, no siempre lo consigo ¡Que droga! En mi caso, la sorpresa provocada es positiva, pues viene seguida de la alegría hilarante (bonito termino t.barrei)

La Nostalgia; esta emoción, más que a través de mis juegos, la busco o mejor dicho; la consigo, con mis utensilios mágicos; cubiletes de cuero viejo con dados que golpean la mesa, fichas de domino deslizándose por la mesa desnuda sin tapete, la baraja de cartas españolas, etc.… y también con algunas expresiones ya en desuso.

Esto que digo, creo que también es algo a tener en cuenta, que no sólo podemos trasmitir emociones a través de nuestros juegos, si no también de nuestros utensilios, vestuario, expresiones, etc.…

La Ternura; Soy un tipo muy besucón, me encanta dar achuchones, apretones y demás muestras de cariño. Sobre todo me encantan las abuelas y los abuelos, me he dado cuenta, que sin querer siempre saco a alguno para darle pellizcos en la cara y algún que otro achuchón. Sabiendo de este punto de mi personalidad, al estructurar mi sesión intento que se incluya algún juego que me permita este jugueteo con mis espectadores. (¡Juas! Releyendo este último párrafo, parece escrito por una especie de psicópata afectivo)


                                                                           El Miedo:

Hay que buscar los polos, por ello la emoción del miedo es una que da muchos enteros a mis sesiones pues se sitúa en el sitio opuesto del resto de emociones que busco y deseo transmitir. Para ello, recurro a un juego (Uno y sólo uno) que implica un cierto peligro para la integridad física del espectador que me ayuda en ese momento, mezclado con mucho humor, para quitarle “hierro” al asunto. Eso si, con este tipo de emociones hay que ser muy, pero que muy cuidadoso, ya que a veces, nuestros voluntarios o sus familiares son de lo más sensibles y podemos conseguir el efecto contrario al buscado. Se que el miedo puede no parecer una emoción digna de ningún entretenimiento como el ver un espectáculo de magia. Pero no dejemos de recordar, obras teatrales que acojonan, atracciones de feria terroríficas y como finalmente salimos con nuestra risa nerviosa y un sabor de boca muy, muy bueno. Aún así, cuidadin con este tipo de emociones.

La Desilusión; ¡Toma ya! ¡Un Ilusionista queriendo desilusionar! Ufffff, este tema de la desilusión, es algo de lo que aún no estoy muy seguro, lo mismo un día me arrepiento, peeeeero…, a veces hay que probar las cosas más inverosímiles para comprobar su utilidad. Primero os pongo en algunos antecedentes:

Juan Tamariz...





...en su libro “La Vía Mágica” comenta (muy resumidamente) que, por este método vamos cerrándole puertas a los espectadores, le ponemos una pista falsa final y en cuanto se de de bruces con ella, entrará sin remedio en el "Arcoiris mágico"







Gabi Pareras*...


... por el contrario se pregunta; ¿Pero a que costa? ¿A costa de que el espectador entre en ese mundo cabizbajo? ¿No sería mejor quizás, no hacer referencia alguna a la posibilidad de truco? No dar nunca a examinar los elementos (al menos no directamente), pues ese mero hecho, ya esta diciendo la posibilidad de que encierre trampa lo que hacemos. Vamos..., intentar no hacer mención ninguna a la utilización de trucos y hacer. Así...sin más. La gente ya sabe que todo tiene truco, así que tienen que asumir que la única opción para disfrutar de la sesión, es suspender su incredulidad y entrar por si mismos en el “Arcoiris Mágico”



* Gabi Pareras, para aquel que no lo conozca, es un TITÁN del pensamiento mágico teórico. Vive en Barcelona y es uno de los más finos artistas, por que él es artista; que ha dado la magia en España.

Pues bien, me gusta la teoría de las pistas falsas de Tamariz. Las he aplicado y las aplico aún. La cosa es, que el pensamiento de Gabi abrió en mi una profunda… ¿frustración?... No, no creo que ese sea el término que rondaba mi cabeza, pero creo que me haré entender aún con el término erróneo. Y me dije, que si…, que podría ser real aquello que mostraba Gabi, pero había algo que no me terminaba de convencer de su planteamiento. Como seres humanos que somos, siempre estamos buscándole respuestas a lo imposible para tranquilizar nuestras débiles mentes, por ello. No creo que un espectador pueda suspender su incredulidad así como así, no. Simplemente, por que no sabe que pierde en el camino que ha decidido o va ha decidir tomar, a la hora de ver nuestra sesión. ¡Hasta que no tropezamos no aprendemos! Entonces pensé en buscar alguna forma de demostrar al espectador que si busca el secreto y lo encuentra, no será más que contraproducente para su entretenimiento, quería que asumieran que no debían de pasárselas buscando el truco (aún sabiendo que existe un truco !Que no les interese!) Pero para ello, debía hacerlos tropezar. Debía de mostrarle cuanto iban a perder si entraban por ese camino y no por el “Arcoiris Mágico” y me puse a ello, así que decidí darles esa emoción “La Desilusión” Hacer un juego de entrada, que fuera fuerte e impactante, para justo después, en cuanto lo hayan degustado; revelarles el secreto. El secreto real.

Bien, el planteamiento lo tenía claro, pero… ¿Explicar un juego? Así que me puse a pensar en efectos para dicho fin, efectos de entrada (sólo en escena, efecto fuerte, etc.) finalmente di con un efecto que me podía servir para probar toda esta “paja mental” mía. “El Pañuelo y el Huevo”, fue el elegido, es un efecto fuerte, muy fuerte para el profano. ¡Un Huevo aparece en una mano dónde instantes antes había un pañuelo y éste último viaja al bolsillo! Y para más INRI, se explica el efecto, el cómo y si esta explicación no va en tono jocoso, si no más bien serio. (Sin colarse) la gente se queda descolocada, asombrada, se miran unos a los otros, sonríen tímidamente…, es un momento de ¿Porqué el mago nos explica esto?..., vamos, pasan por un momento de; desilusión.

Para colmo, les digo:

“Recuerdan la sensación de cuando vieron aparecer el huevo ¡Fue increíble! Y sin embargo en cuanto les expliqué, que el huevo era irreal, que había dos pañuelos… sus caras eran un poema, se sintieron desilusionados, defraudados… pues bien, esa sensación es la que conseguirán si durante el resto del espectáculo siguen intentando encontrar los “secretos” Señores, somos mayorcitos… sabemos que todo en esta vida tiene sus secretos, pero ya que lo sabemos y sabemos que en este caso, el descubrirlos no es más que contraproducente, les invito a pasar al otro lado del espejo y disfrutar como si todo esto fuera real. En cambio, si quieren, me puedo pegar los siguientes 90 minutos haciendo un juego y explicándolo a continuación, al menos así no cansaran sus mentes ni se frustraran, eso si el disfrute, el aleteo de la magia, sólo les durará unos segundos… ¿Os apetece entrar? ¿Si? Pues entonces a partir de ahora, para ustedes, la magia será real, sólo habrá un pañuelo y este huevo será un ¡HUEVO REAL!”



Este es rosa, de una gallina un tanto...

En ese momento parto el huevo, en el interior de un vaso viéndose ahora que es uno real. De este modo, intento que “sufran” en sus carnes lo que se pierden al encontrar un secreto y que por ellos mismos, entren en el “Arcoiris Mágico” del que nos habla Tamariz, pero esta vez, intentando seguir la premisa de Gabi. Finalmente, al partir el huevo y verse que es real, les estoy tendiendo una mano y les quito el sin sabor, que les acabo de provocar al revelarles el secreto.

Como digo, esto no son más que disertaciones mías. Disertaciones cuáles, que me permito el probarlas ante público (Tengo la suerte de dedicarme a esto y hacer de 3 a 4 actuaciones semanales para distintos espectadores) como os digo, no se si estaré haciendo bien, peeeero, como dije antes ¡Hasta que no tropiece en la piedra no lo aprenderé!

La Frustración; Las emociones no tienen por que pasar en las carnes del espectador directamente, al menos eso pienso yo. Si el mago siente algún tipo de frustración por lo que acontece en escena y el mago le cae bien al público, éste se implicará emotivamente con él, viviéndola como propia. (Conste que estos son pensamientos míos, con lo cual es más que probable que no sean ciertos. Mis pensamientos si, su razón lógica no) La Frustración es otra de las emociones que suelo incluir dentro de mi sesión, el mago intenta que los espectadores (normalmente aquí uso dos niños) hagan una serie de acciones, mientras estos no se sabe bien por que, hacen cosas contrarias y contradictorias a las ordenadas por el mago, el mago cada vez más extrañado y frustrado, pues no comprenden ordenes sencillas, acaba bajándolos del escenario resignado y moviendo la cabeza de un lado a otro. Es curioso, pero el efecto de esta emoción no es negativo, como podría suponerse en un principio, al menos no en la estructura que yo presento en la rutina.

La Confusión; no es magia ¿Cuántas veces habré oído esto? ¡Pues ala! Yo cierro mis sesiones con un caos fenomenal; La Carta General, en una versión que el espectador es incapaz de seguir con la lógica. No tiene ni pies ni cabeza, no se sabe porque pasan las cosas, ni el mago las explica y cuando acaba, te quedas con cara de ¿Qué coño ha pasado?

Sin embargo las emociones que discurren aquí, pues son muchísimas; la sorpresa, el misterio, la confusión, el suspense, la ironía, la compasión, la culpa y un largo etc.…en la que predomina una emoción global que cobija al conjunto; La Confusión. Confusión que viene dada y alimentada por tener una mezcla tan brutal de emociones en tan corto espacio de tiempo que es eso precisamente, lo que hace grande a esta rutina ¡La Variedad de Emociones!













Rafael Baltresca, magnifico mago Brasileño. Especialista en enmangues y un mago emocionante de ver.

La Ira;

Curiosa emoción esta, ¡juas! La Ira; el mago le monta un pollo a una pobre espectadora, le grita, mueve las manos airado delante de ella, otro espectador se levanta y pide calma y respeto y Baltresca ¡Le insulta! El espectador se indigna y Baltresca ¡Le pega! Si, si, le pega un puñetazo, lo tira por los suelos, etc.… finalmente se calma, se calma…mmmm ¡Que buenas las Pringues!..., hay que ver lo que relajan estas patatas, se come una..., y da otra al espectador que le pego y este se relaja y otra patata a la espectadora, todos se relajan…

Ni que decir tiene, que los espectadores “saben” que todo es una comedia, el personaje al que pega, es un ayudante avisado de antemano, etc.… pero la emoción vivida, no se la quita nadie al público y es que es curioso, aunque nuestro intelecto sepa que todo es ficticio e irreal, nuestras emociones viven el momento sin importar nada más. Ya lo dice Jorge Bucay, es mejor hablar a las emociones que al intelecto y esto, es precisamente lo que hace Baltresca, lo mismo que Bucay con sus cuantos; ataca al sentimiento.

La Culpa; Hay emociones, que además se usan para otros aspectos, que no los meramente usados para conseguir variedad, estos elementos; como la sorpresa, que en según que grado es aprovechada como misdireccion mental para hacer técnicas secretas como el enfile, por poner un simple ejemplo. El mago utiliza la culpabilidad en muchos de sus juegos, cuando el espectador pierde una carta en la baraja sin que el mago se lo ordenara y coge desprevenido a éste por ello, cuando en realidad la tenemos controlada ya en sup.1 dando así una impresión extra de dificultad aparente, por culpa de un imprevisto causado por una acción de un espectador.

Aunque esta es una emoción negativa, nos ofrece una gran ventaja táctica y como añadido, nos ayuda a la ansiada diversidad de emociones.

Estas son solo algunas de las muchisimas emociones que podemos transmitir al hacer magia, asi que ya sabeis, si quereis dar variedad en una sesion "Variedad de Emociones"

lunes, 16 de noviembre de 2009

Siendo uno mismo


Hace poco estuve en un festival de magia en Cabra (Córdoba) y lance una pregunta en una reunión a altas horas de la madrugada, no se si, es que era ya muy tarde y andábamos todos con sueño, o realmente fue una respuesta preocupante…o no, lo mismo soy yo, el que se come mucho la cabeza.


La pregunta fue; “¿Os habéis dado cuenta que más del 90% de los magos son iguales?” Y lo que me dejo por los suelos, fue la respuesta de más del 90% de los magos presentes “No, no lo son” Creo que esto es, cuanto menos; significativo. Por mi parte creo son pocos aquellos que poseen una personalidad definida, podemos contarlos con los dedos de las manos; Rene Lavand, Luís Piedrahita, Juan Tamariz (aunque este último a sido tan imitado, que incluso él mismo no parece original y personal) Anthony Blake, etc.… son algunos, de los pocos magos con una personalidad clara y definida.

“Imaginaos que tenéis un hijo, y como su padre/madre que sois, lo queréis tanto, que queréis protegerlo de todo mal, entonces como quieres protegerlo de todo mal y tú sabes, que el mundo esta rodeado de alguna gente que es difícil y complicada, entonces tu, le vas enseñando a ese niño como tiene que ser para que todo el mundo lo quiera; lo enseñas a portarse bien, a no hacerse pipi, ha hacerlo en el water, a lavarse las manos, a peinarse bien, a no hacerse caca encima…lo enseñas a escribir con la mano derecha y no con la izquierda, que es lo que a él le viene bien y le enseñas a no decir lo que realmente quiere decir, a no comer lo que a el realmente le gusta comer y a no vestirse como le gustaría… y el entonces crece en este contexto, en el que tú, que eres su padre/madre adorada lo ha criado..., después; de grande, llega a un foro y pregunta ¿Y porque nos cuesta tanto ser uno mismo?”

Esto ya nos pasa en la vida diaria, pero en ella no nos viene tan mal, ya que gracias a ella conseguimos pasar “desapercibidos” no nos vamos creando enemigos por doquier, por decir lo que pensamos, ni nos miran mal por vestir cómo queremos. Pero en la escena es muy distinto, en la escena, lo que prima es la persona que esta sobre las tablas. Si tú no interesas a tú público, a tú público no le interesará los que hagas. Sin embargo, si le interesas tú como persona, da igual que no sepas técnicas complicadas, ni teorías mágicas, ni pollas en vinagre ¡Querrán verte! (¡¡Grande Magic Andréu o Montty!!). Porque no hay nada en esta vida más interesante que otra persona, pero claro, una persona, con una personalidad clara y definida, no una persona más.

Entonces, sabiendo ya que nuestra personalidad está ahí, en algún lugar de nuestro interior y que la gente cuando subes a un escenario esta dispuesta a aceptarte tal y como tú te muestres, hay que intentar sacar nuestra personalidad y proyectarla hacia fuera, intentando teatralizarla lo más posible, para que sea más fácil el que le llegue a nuestros espectadores. Para ello, hay una serie de ejercicios que podemos hacer. Eso si antes de nada sería bueno el hacernos un examen a nosotros mismos para saber cómo somos realmente, os propongo unas preguntas y respondéroslas sinceramente.

1.- ¿Estoy contento con mi vida? ¿Por qué?

2.- ¿Tengo una profesión, porqué elegí esa profesión, por qué no otra?


3.- ¿Tengo o he tenido pareja? ¿Por qué?


4.- ¿Mis puntos débiles? ¿Por qué?


5.- ¿Mis puntos fuertes? ¿Por qué?


6.- ¿Por qué quiero ser mago?


7.- ¿Dónde pretendo llegar en la magia?


8.- ¿Qué pretendo comunicar?


9.- ¿Qué me interesa en la vida?


10.- ¿Qué necesito en mi vida?

11.- ¿Qué cosas están bien en mi vida?


12.- ¿Qué quiero hacer en mi vida?


13.- ¿Qué cosas quiero resaltar sobre mí?


14.- ¿Cómo puedo hacerlo?

Esto nos dará una base donde empezar a construir nuestra personalidad. Hay que hacerse estas preguntas de forma objetiva, no nos auto engañemos. Así, sabido esto, podemos saber cual de los aspectos de nuestra personalidad debemos resaltar para llegar mejor a la gente y resultarles más interesantes.
Ahora debemos utilizar las armas disponibles para comunicar quienes y cómo somos. Os dejo el trabajo desarrollado en mi propia persona.

La Vestimenta: Debemos utilizar una ropa adecuada a nuestra personalidad, una ropa que diga quiénes somos incluso antes de abrir la boca. En una primera impresión, el habito si hace al monje. Si yo quiero hacer notar que soy una persona chapada a la antigua, amante de los tiempos añejos, de la cultura popular, del sur del sur, amante de las fiestas como la Feria del Vino Fino o de la Primavera, de los toros, el flamenco.., pues usaré zapatos de vestir, pantalones de pinzas, camisas anchas y coloridas, pañuelo al cuello y sombrero mascota.


El Vocabulario: Así como la ropa tiene que adecuarse a nuestra personalidad, también nuestro vocabulario a de acompañar a lo que queramos transmitir. Si quiero trasmitir cercanía, ternura, una cierta melancolía, populismo del sur, etc.… debo desterrar palabras entreveradas o técnicas, no debo disimular mi acento, si no exagerarlo y debo utilizar términos en desuso y dichos populares.


Forma de ser: Tengo que elegir charlas y efectos acordes con aquello que soy o quiero transmitir, no pudiendo soltar gag indiscriminadamente. Soy un tipo gordo sin complejos, así que chistes del tipo; “Mi idea de una dieta equilibrada, es tener un potaje de garbanzos con pringá en cada mano” o “Soy un hombre hecho a si mismo; lo que nunca tuve claro es…, cuando debía parar”, me vienen al pelo o algunos chistes sobre mi acento o mis costumbres.


Técnicas: Como persona gustosa de jugar en el bar mi mús o mi ronda, he de mezclar en las manos por arrastre ¡Mi abuelo jamás mezclaría a la americana sobre la mesa y menos aún haría una terminación en cascada! ¿Florituras? ¡Mariconadas! La baraja tocarla cuanto menos mejor..., pa no cansarme…es que uno se estresa tan rápido…así que cuantas más técnicas desde la mesa mejor; empalmes, cambios de cartas, dobles, etc. Y si no las hay, se inventan y punto.
Todas estas cosas, condicionaran tu magia. En mi caso, me olvido de efectos de rojas y negras, ¡Al carajo el fuera de este mundo! ¡Con lo bueno que es! Nada del ni ciego ni tonto, ni del Agua y Aceite y así cientos más. Y las Mnemónicas existentes ¡No sirven!.., yo sólo tengo 40 cartas ¿Y los principios matemáticos? A modificarlos tocan y cartas trucadas… ¿Cartas qué?
Pero son estos condicionantes, lo que dotaran sin embargo a tu magia de algo único y especial. Así que; “Se tú mismo” si aún no lo entendistes, si quieres te lo digo en ingles:





















Nota: Nadie dijo que fuera un camino fácil.

Tambien quería comentar sobre esto de la personalidad y el personaje, es que, si no se es profesional y por tanto nuestro público habitual son familiares y amigos, no podemos cimentar nuestro personaje/personalidad sobre cualquier forma de ser, si no que deberá salir de la propia. De otra manera, no tendremos ninguna credibilidad en nuestro entorno.

Para ello, hemos de coger nuestra propia personalidad, resaltar algunas características y minimizar otras que nos interesen menos, de esta forma aquellos que te conocen perfectamente te aceptaran en esa nueva faceta de mago y no les parecerás un sicótico ni nada por el estilo. En definitiva tenemos que armonizar nuestro yo mago, con nuestro yo diario.

Otra de las cosas a tener en cuenta a la hora de trabajar tu personalidad, son los distintos estados de la misma. No puedes actuar igual en una sesión infantil que en una sala de fiestas, para saber como abordar esta parte, me limitaré a traducir parte de un articulo teórico de Jeff McBride y Todd Karr.



LA MULTIPLES MASCARAS DE JEFF McBRIDE



Siempre hemos oído: “Se tu mismo, sé tu mismo. Sé natural. Encuentra el carácter que se adapta a ti”
Esto es una simplificación de la condición humana, porque nosotros somos realmente muchos tipos diferentes. Y opino que la forma en que nos vemos nosotros mismos no es necesariamente la forma en que otros nos ven en todo momento, y esto cambia dependiendo del contexto en que nos encontremos.

Máscaras

Un mago típico a “tiempo parcial” puede usar diferentes personas. En latín “persona” significa “máscara”. Y eso es la raíz de una persona.... ¡Una máscara!

Pienso que un mago puede acceder a diferentes personas dependiendo del contexto en que se encuentre. Un experimentado mago todo terreno, hoy puede ser llamado para hacer una actuación para niños en una fiesta familiar, y no es propio que él haga para ellos su número de Sala de Fiestas. De forma que debe ser capaz de adaptarse a esta otra persona.

La mayoría de los magos todo terreno tienen un número de magia de cerca, pero este no será adecuado para hacer que una función de escena sea más larga, si es que tiene que alargar una. Hay veces que vas a presentar un acto mental, en ese caso no encaja el charlatán rápido y adulador que presenta magia de cerca en una fiesta.

Los magos pueden desarrollar estos aspectos diferentes de ellos mismos, no ser siempre un único carácter. Por ejemplo, durante muchos anos, pensé que yo tenía sólo un carácter, simplemente esa especie de surrealista, un tipo de artista de vanguardia. Y cuanto más he interactuado en lo que mucha gente llama “el mundo real”, he comenzado a encontrar que aquel carácter estaba fuera de contexto si no estaba, durante un corto periodo de tiempo, en el escenario de una Sala de Fiestas o de un teatro.

Esa máscara era solamente apropiada para llevarla durante ciertas ocasiones. Y yo tenía un carácter muy definido, mucho más definido que lo que tenía la mayoría de los magos, pero al mismo tiempo, esa máscara me limitaba el rango de experiencias vitales donde yo quería presentar mi magia. Por lo tanto, la obra “El hombre atrapado en la mascara” es más que una metáfora al crear un carácter o si no se es capaz de acceder solamente a una clase de energía mágica para ser capaz de interactuar con la gente.

Andando hacia delante

Alejándome intencionadamente de una sola persona y poniéndome en diferentes contextos donde yo no me sentía confortable y estaba fuera de lugar, pude dejar que otros aspectos de mi personalidad emergiesen para aquellas situaciones. Nunca hubiese pensado en llamar a mi magia “trucos” y ser un muchacho parlanchín haciendo magia de cerca, pero hay circunstancias que piden esto. La persona hacedora de trucos es la persona mas apropiada para colarse dentro cuando ese es el estereotipo que tiene la mayoría de la gente de este tipo de actuaciones, por ejemplo en la atmósfera de un restaurante o de un bar.
Esto puede ser una aproximación cómoda para obtener su interés y para colocarlos conmigo sobre mi alfombra mágica. Y entonces, yo puedo dejar que otra persona emerja, y entonces paso a un entretenimiento más psíquico y al mentalismo, o a obras que requieren un poco más de enfoque y atención, con las que ciertamente yo no hubiese podido comenzar.

Durante el curso de una actuación impromptu, puedo comenzar como un hacedor de trucos, y luego cambiar a un papel de mago y hacer un efecto fuerte de magia dramática; y luego, después que aquello haya calado, puedo cambiar a mi máscara de oráculo y hacer un efecto más profundo y más psíquico, para acabar, como final de una gran y chocante actuación de magia. Y luego puedo simplemente sentarme con mi público y dejar que ellos me cuenten sus historias, y yo puedo tomar la actitud de contar historias no haciendo apenas magia y simplemente contar las mejores historias que sé para la gente que esta allí.

Escapando

Opino que los magos de hoy a menudo encuentran un estrecho nicho donde “ser” una sola cosa, y un nicho puede ser muy restrictivo y limitado. Ya la palabra implica eso. Yo estoy pensando en ampliar mi magia, no en estrecharla, y en ampliar mi área de experiencias, como opuesto a encontrar un estrecho nicho que me sea adecuado.

No hay simplemente una cosa por la que tú estás buscando. Hay muchas cosas a buscar. En la Mystery School (Es la escuela de Magia que regentan Jeff McBride y Eugene Burger), una de las cosas que hemos explorado son los diferentes aspectos del mago. La mayoría de la gente elige desarrollar solamente uno, y erradicar los otros. Tu actuación no necesariamente necesita ser una mezcolanza de diferentes estilos, pero en la vida, ser capaz de llevar la persona apropiada que encaja con el auditorio para el que estas trabajando es una cosa necesaria a desarrollar.

Los magos pueden experimentar con muchas diferentes personas, antes de simplemente elegir “una que funciona”. Lo que estaba de moda hace años era encontrar el tema de la actuación, algo que fue muy popular en los años 60 y 70. La actuación de una persona puede estar centrada alrededor de un útil, y ese útil puede multiplicarse, desaparecer, engancharse, y luego hacer aparecer un objeto de tu elección como final del número.