lunes, 16 de noviembre de 2009

Siendo uno mismo


Hace poco estuve en un festival de magia en Cabra (Córdoba) y lance una pregunta en una reunión a altas horas de la madrugada, no se si, es que era ya muy tarde y andábamos todos con sueño, o realmente fue una respuesta preocupante…o no, lo mismo soy yo, el que se come mucho la cabeza.


La pregunta fue; “¿Os habéis dado cuenta que más del 90% de los magos son iguales?” Y lo que me dejo por los suelos, fue la respuesta de más del 90% de los magos presentes “No, no lo son” Creo que esto es, cuanto menos; significativo. Por mi parte creo son pocos aquellos que poseen una personalidad definida, podemos contarlos con los dedos de las manos; Rene Lavand, Luís Piedrahita, Juan Tamariz (aunque este último a sido tan imitado, que incluso él mismo no parece original y personal) Anthony Blake, etc.… son algunos, de los pocos magos con una personalidad clara y definida.

“Imaginaos que tenéis un hijo, y como su padre/madre que sois, lo queréis tanto, que queréis protegerlo de todo mal, entonces como quieres protegerlo de todo mal y tú sabes, que el mundo esta rodeado de alguna gente que es difícil y complicada, entonces tu, le vas enseñando a ese niño como tiene que ser para que todo el mundo lo quiera; lo enseñas a portarse bien, a no hacerse pipi, ha hacerlo en el water, a lavarse las manos, a peinarse bien, a no hacerse caca encima…lo enseñas a escribir con la mano derecha y no con la izquierda, que es lo que a él le viene bien y le enseñas a no decir lo que realmente quiere decir, a no comer lo que a el realmente le gusta comer y a no vestirse como le gustaría… y el entonces crece en este contexto, en el que tú, que eres su padre/madre adorada lo ha criado..., después; de grande, llega a un foro y pregunta ¿Y porque nos cuesta tanto ser uno mismo?”

Esto ya nos pasa en la vida diaria, pero en ella no nos viene tan mal, ya que gracias a ella conseguimos pasar “desapercibidos” no nos vamos creando enemigos por doquier, por decir lo que pensamos, ni nos miran mal por vestir cómo queremos. Pero en la escena es muy distinto, en la escena, lo que prima es la persona que esta sobre las tablas. Si tú no interesas a tú público, a tú público no le interesará los que hagas. Sin embargo, si le interesas tú como persona, da igual que no sepas técnicas complicadas, ni teorías mágicas, ni pollas en vinagre ¡Querrán verte! (¡¡Grande Magic Andréu o Montty!!). Porque no hay nada en esta vida más interesante que otra persona, pero claro, una persona, con una personalidad clara y definida, no una persona más.

Entonces, sabiendo ya que nuestra personalidad está ahí, en algún lugar de nuestro interior y que la gente cuando subes a un escenario esta dispuesta a aceptarte tal y como tú te muestres, hay que intentar sacar nuestra personalidad y proyectarla hacia fuera, intentando teatralizarla lo más posible, para que sea más fácil el que le llegue a nuestros espectadores. Para ello, hay una serie de ejercicios que podemos hacer. Eso si antes de nada sería bueno el hacernos un examen a nosotros mismos para saber cómo somos realmente, os propongo unas preguntas y respondéroslas sinceramente.

1.- ¿Estoy contento con mi vida? ¿Por qué?

2.- ¿Tengo una profesión, porqué elegí esa profesión, por qué no otra?


3.- ¿Tengo o he tenido pareja? ¿Por qué?


4.- ¿Mis puntos débiles? ¿Por qué?


5.- ¿Mis puntos fuertes? ¿Por qué?


6.- ¿Por qué quiero ser mago?


7.- ¿Dónde pretendo llegar en la magia?


8.- ¿Qué pretendo comunicar?


9.- ¿Qué me interesa en la vida?


10.- ¿Qué necesito en mi vida?

11.- ¿Qué cosas están bien en mi vida?


12.- ¿Qué quiero hacer en mi vida?


13.- ¿Qué cosas quiero resaltar sobre mí?


14.- ¿Cómo puedo hacerlo?

Esto nos dará una base donde empezar a construir nuestra personalidad. Hay que hacerse estas preguntas de forma objetiva, no nos auto engañemos. Así, sabido esto, podemos saber cual de los aspectos de nuestra personalidad debemos resaltar para llegar mejor a la gente y resultarles más interesantes.
Ahora debemos utilizar las armas disponibles para comunicar quienes y cómo somos. Os dejo el trabajo desarrollado en mi propia persona.

La Vestimenta: Debemos utilizar una ropa adecuada a nuestra personalidad, una ropa que diga quiénes somos incluso antes de abrir la boca. En una primera impresión, el habito si hace al monje. Si yo quiero hacer notar que soy una persona chapada a la antigua, amante de los tiempos añejos, de la cultura popular, del sur del sur, amante de las fiestas como la Feria del Vino Fino o de la Primavera, de los toros, el flamenco.., pues usaré zapatos de vestir, pantalones de pinzas, camisas anchas y coloridas, pañuelo al cuello y sombrero mascota.


El Vocabulario: Así como la ropa tiene que adecuarse a nuestra personalidad, también nuestro vocabulario a de acompañar a lo que queramos transmitir. Si quiero trasmitir cercanía, ternura, una cierta melancolía, populismo del sur, etc.… debo desterrar palabras entreveradas o técnicas, no debo disimular mi acento, si no exagerarlo y debo utilizar términos en desuso y dichos populares.


Forma de ser: Tengo que elegir charlas y efectos acordes con aquello que soy o quiero transmitir, no pudiendo soltar gag indiscriminadamente. Soy un tipo gordo sin complejos, así que chistes del tipo; “Mi idea de una dieta equilibrada, es tener un potaje de garbanzos con pringá en cada mano” o “Soy un hombre hecho a si mismo; lo que nunca tuve claro es…, cuando debía parar”, me vienen al pelo o algunos chistes sobre mi acento o mis costumbres.


Técnicas: Como persona gustosa de jugar en el bar mi mús o mi ronda, he de mezclar en las manos por arrastre ¡Mi abuelo jamás mezclaría a la americana sobre la mesa y menos aún haría una terminación en cascada! ¿Florituras? ¡Mariconadas! La baraja tocarla cuanto menos mejor..., pa no cansarme…es que uno se estresa tan rápido…así que cuantas más técnicas desde la mesa mejor; empalmes, cambios de cartas, dobles, etc. Y si no las hay, se inventan y punto.
Todas estas cosas, condicionaran tu magia. En mi caso, me olvido de efectos de rojas y negras, ¡Al carajo el fuera de este mundo! ¡Con lo bueno que es! Nada del ni ciego ni tonto, ni del Agua y Aceite y así cientos más. Y las Mnemónicas existentes ¡No sirven!.., yo sólo tengo 40 cartas ¿Y los principios matemáticos? A modificarlos tocan y cartas trucadas… ¿Cartas qué?
Pero son estos condicionantes, lo que dotaran sin embargo a tu magia de algo único y especial. Así que; “Se tú mismo” si aún no lo entendistes, si quieres te lo digo en ingles:





















Nota: Nadie dijo que fuera un camino fácil.

Tambien quería comentar sobre esto de la personalidad y el personaje, es que, si no se es profesional y por tanto nuestro público habitual son familiares y amigos, no podemos cimentar nuestro personaje/personalidad sobre cualquier forma de ser, si no que deberá salir de la propia. De otra manera, no tendremos ninguna credibilidad en nuestro entorno.

Para ello, hemos de coger nuestra propia personalidad, resaltar algunas características y minimizar otras que nos interesen menos, de esta forma aquellos que te conocen perfectamente te aceptaran en esa nueva faceta de mago y no les parecerás un sicótico ni nada por el estilo. En definitiva tenemos que armonizar nuestro yo mago, con nuestro yo diario.

Otra de las cosas a tener en cuenta a la hora de trabajar tu personalidad, son los distintos estados de la misma. No puedes actuar igual en una sesión infantil que en una sala de fiestas, para saber como abordar esta parte, me limitaré a traducir parte de un articulo teórico de Jeff McBride y Todd Karr.



LA MULTIPLES MASCARAS DE JEFF McBRIDE



Siempre hemos oído: “Se tu mismo, sé tu mismo. Sé natural. Encuentra el carácter que se adapta a ti”
Esto es una simplificación de la condición humana, porque nosotros somos realmente muchos tipos diferentes. Y opino que la forma en que nos vemos nosotros mismos no es necesariamente la forma en que otros nos ven en todo momento, y esto cambia dependiendo del contexto en que nos encontremos.

Máscaras

Un mago típico a “tiempo parcial” puede usar diferentes personas. En latín “persona” significa “máscara”. Y eso es la raíz de una persona.... ¡Una máscara!

Pienso que un mago puede acceder a diferentes personas dependiendo del contexto en que se encuentre. Un experimentado mago todo terreno, hoy puede ser llamado para hacer una actuación para niños en una fiesta familiar, y no es propio que él haga para ellos su número de Sala de Fiestas. De forma que debe ser capaz de adaptarse a esta otra persona.

La mayoría de los magos todo terreno tienen un número de magia de cerca, pero este no será adecuado para hacer que una función de escena sea más larga, si es que tiene que alargar una. Hay veces que vas a presentar un acto mental, en ese caso no encaja el charlatán rápido y adulador que presenta magia de cerca en una fiesta.

Los magos pueden desarrollar estos aspectos diferentes de ellos mismos, no ser siempre un único carácter. Por ejemplo, durante muchos anos, pensé que yo tenía sólo un carácter, simplemente esa especie de surrealista, un tipo de artista de vanguardia. Y cuanto más he interactuado en lo que mucha gente llama “el mundo real”, he comenzado a encontrar que aquel carácter estaba fuera de contexto si no estaba, durante un corto periodo de tiempo, en el escenario de una Sala de Fiestas o de un teatro.

Esa máscara era solamente apropiada para llevarla durante ciertas ocasiones. Y yo tenía un carácter muy definido, mucho más definido que lo que tenía la mayoría de los magos, pero al mismo tiempo, esa máscara me limitaba el rango de experiencias vitales donde yo quería presentar mi magia. Por lo tanto, la obra “El hombre atrapado en la mascara” es más que una metáfora al crear un carácter o si no se es capaz de acceder solamente a una clase de energía mágica para ser capaz de interactuar con la gente.

Andando hacia delante

Alejándome intencionadamente de una sola persona y poniéndome en diferentes contextos donde yo no me sentía confortable y estaba fuera de lugar, pude dejar que otros aspectos de mi personalidad emergiesen para aquellas situaciones. Nunca hubiese pensado en llamar a mi magia “trucos” y ser un muchacho parlanchín haciendo magia de cerca, pero hay circunstancias que piden esto. La persona hacedora de trucos es la persona mas apropiada para colarse dentro cuando ese es el estereotipo que tiene la mayoría de la gente de este tipo de actuaciones, por ejemplo en la atmósfera de un restaurante o de un bar.
Esto puede ser una aproximación cómoda para obtener su interés y para colocarlos conmigo sobre mi alfombra mágica. Y entonces, yo puedo dejar que otra persona emerja, y entonces paso a un entretenimiento más psíquico y al mentalismo, o a obras que requieren un poco más de enfoque y atención, con las que ciertamente yo no hubiese podido comenzar.

Durante el curso de una actuación impromptu, puedo comenzar como un hacedor de trucos, y luego cambiar a un papel de mago y hacer un efecto fuerte de magia dramática; y luego, después que aquello haya calado, puedo cambiar a mi máscara de oráculo y hacer un efecto más profundo y más psíquico, para acabar, como final de una gran y chocante actuación de magia. Y luego puedo simplemente sentarme con mi público y dejar que ellos me cuenten sus historias, y yo puedo tomar la actitud de contar historias no haciendo apenas magia y simplemente contar las mejores historias que sé para la gente que esta allí.

Escapando

Opino que los magos de hoy a menudo encuentran un estrecho nicho donde “ser” una sola cosa, y un nicho puede ser muy restrictivo y limitado. Ya la palabra implica eso. Yo estoy pensando en ampliar mi magia, no en estrecharla, y en ampliar mi área de experiencias, como opuesto a encontrar un estrecho nicho que me sea adecuado.

No hay simplemente una cosa por la que tú estás buscando. Hay muchas cosas a buscar. En la Mystery School (Es la escuela de Magia que regentan Jeff McBride y Eugene Burger), una de las cosas que hemos explorado son los diferentes aspectos del mago. La mayoría de la gente elige desarrollar solamente uno, y erradicar los otros. Tu actuación no necesariamente necesita ser una mezcolanza de diferentes estilos, pero en la vida, ser capaz de llevar la persona apropiada que encaja con el auditorio para el que estas trabajando es una cosa necesaria a desarrollar.

Los magos pueden experimentar con muchas diferentes personas, antes de simplemente elegir “una que funciona”. Lo que estaba de moda hace años era encontrar el tema de la actuación, algo que fue muy popular en los años 60 y 70. La actuación de una persona puede estar centrada alrededor de un útil, y ese útil puede multiplicarse, desaparecer, engancharse, y luego hacer aparecer un objeto de tu elección como final del número.



4 comentarios:

jftamayo dijo...

Vaya... uno que pensaba que ser mago era hacer unos cuantos trucos a los niños y pasar la gorra a los padres, va y se encuentra con esto...
Cuando he leído tu artículo me ha parecido "la caña"... es especial las cacho preguntas nada triviales que nos tenemos que responder y que, no me sorprendería que dado el rumbo actual de muchos (no sólo magos), alguno se las haga por vez primera en sus vidas.

A parte de la profunda y trascendental reflexión en que me podría sumir la susodicha batería de preguntas, decir que artículos como éste y conversaciones con otros magos me han hecho ver (sin tener todavía ningún tipo de criterio mágico formado) lo potente que es esta herramienta del personaje.

Más que una herramienta, es una auténtica navaja suiza para el mago, ya que te facilita la creación o modificación de espectáculos, ayuda a controlar situaciones que quizás para tu persona quedarían fuera de control, en pocos segundos sabes si un efecto lo puedes hacer (entendido por hacerlo como algo creíble) o no va contigo...

Es como si el personaje fuere una especie de todo donde tiene que encajar el resto (tus charlas, tus juegos, tus gag, etc).
No te imagino (a ti Rubiales) al pedir a un espectador que elija una carta (este comentario no es mío, es de lo que he ido recogiendo de los buenos magos): "selecciona un elemento al azar entre el caos en que he dispuesto mi baraja"... cosa que un Sr. Blake pues no le quedaría mal.
Gran lección que nos has dado, Rubiales... sólo puedo decir:
Rubiales dixit, amén.

Daroca dijo...

Bueno, pues yo entro en el aula de los primeros, con el único objetivo de coger buen sitio.

Y me pongo en primera fila y saco la libreta de apuntes, porque quiero aprender. Me da igual lo que digas, lo que expliques o lo que cuentes, Juan Luís, pues hasta de las anécdotas y de las pequeñas reflexiones al estilo Rubiales, se puede aprender ese espíritu tuyo práctico y sencillo, pero profesional y muy bien pensado.

En ti se aunan la experiencia del contacto continuado con diversos públicos, con el serio estudio teórico y metodológico de tantos libros y revistas que no haces más que leer y estudiar. Si a esto le juntamos el particular genio único que te caracteriza, pues todo ello puede formar un blog que si fuera un libro sería para pedirlo para Reyes, antes que muchos otros que se venden.

Gracias, Rubiales, y ya tengo el boli en la mano para apuntar y subrayar, como ya he hecho con esta primera entrada.

Unknown dijo...

Bueno Rubiales como bien sabes tan solo soy un pobre aprendiz pero leyendo esto se me plantea una duda, crees que la personalidad de un mago puede determinar el tipo de magia que debiera realizr?.Es decir close up, escenario,etc.
Muchas gracias por aportarnos tus conocimientos, espero aprender de ti!

Juan Luis Rubiales dijo...

Gracias por lo comentarios, espero que sigais encontrando mis cosas tan interesantes y que sigamos viendonos por el Blog.